Amar en libertad

Esta mañana estuve en una conferencia con Jacques Philippe, autor del libro "Libertad interior".

A continuación voy a compartir con ustedes brevemente algunas ideas que considero vitales y que desde antes ya en mi mente habitaban.

El amor tiene como trasfondo la libertad. ¿Qué significa esto?

El ser humano se ubica en un nivel más elevado que todo lo material; no se posee, no se manipula, no es propiedad de nadie, no lo moldeas, no lo instrumentalizas. ¿Esto quiere decir que no hay casos donde las personas se traten como objetos? No, lamentablemente en muchísimos casos/parejas existe una tendencia a querer manipular al otro, a querer moldear a los demás a nuestra medida. Ejemplo hay miles, pero para poner uno que es muy evidente podríamos mencionar los casos de violencia machista en donde un guante de hierro castra de golpe y porrazo el regalo más hermoso que nuestro Creador nos ha regalado: la Libertad.

Aceptar al otro es mirar la persona y valorar sobre todo su dignidad inalienable independientemente de los actos que pueda realizar y materias que pueda poseer.

Todo ser humano tiene derechos, pero no tenemos derecho sobre la otra persona, así que debemos echar a un lado nuestra contabilidad y ser concientes que el amor es un acto de libertad, se da y se recibe gratuitamente.

• ¿Y entonces? ¿Qué pasa con aquel chico/a que ha gastado cuantiosa suma de dinero invitando a su pareja al cine, al restaurante, viajes, etc.? ¿no tendría el derecho a acostarse con esa persona?, ¿no tendría el derecho de disponer de su tiempo cuando lo desee?, ¿recibir fidelidad, entrega, amor hasta que la muerte les separe?

• ¿Y aquel esposo/a que ha invertido tanto dinero en la familia? ¿No tendrían el derecho a ser amado o por lo menos a ser considerado como el más importante de la familia?

• ¿Y aquel padre que le compra juguetes a sus hijos? ¿No tiene el derecho a ser querido por sus hijos?

En el amor la contabilidad no es eficaz.

Yo sufro mucho cuando una hermosa, talentosa, inteligente y honorable joven pone sus sueños, sus esperanzas en una persona que económicamente le resolvería sus necesidades y gustos sin tomar en cuenta otras consideraciones, entregando su libertad en bandeja de plata, no sabiendo que pierde lo más precioso de la vida "la libertad" y luego cuando quiere escapar de la superficialidad asfixiante de la cual es víctima, la vida se vuelve un laberinto difícil de cruzar.

Ojo: cuando me refiero a víctima, es en el sentido de las condiciones creadas, no me refiero a las personas en sí.

"Que no sepa tu mano derecha lo que hace tu mano izquierda".

¡Amar es un acto de libertad!