Definitivamente, las tecnologías han llegado para repartir democracia "a dos manos", como se diría en buen dominicano. Ni el templo de la sabiduría está en el colegio o bibliotecas, ni el templo de la información noticiosa está en un determinado noticiero. Ahora todos somos protagonistas gracias al Internet y sus redes sociales. Y si los políticos corruptos y no corruptos son azotados por el juicio de la prensa, ahora los ciudadanos tenemos el privilegio de azotar tanto a los políticos corruptos como a la prensa.
Esta imagen ilustra la falta de ética y profesionalismo de los medios de comunicación y su poder de influir negativamente sobre el pensamiento y hábitos de los ciudadanos.
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