28 de mayo de 2012

Ruido en Santo Domingo

A continuación, les comparto mi punto de vista  sobre el atropello más descarado pero también más fácil de resolver. Bomba de tiempo que evidencia la podredumbre de las instituciones encargadas de velar por el orden y los Derechos Fundamentales básicos, como es la seguridad y la integridad física psíquica de los ciudadanos.

Me refiero al RUIDO, emitido por fuentes móviles y fijas que crecen de manera apabullante en nuestra sociedad.

Debo señalar que describir el génesis de la situación es compleja (aunque fácil de resolver) y no hay un solo protagonista en esta historia.

Historia

Una persona con reputación dudosa quiere poner un local de bebida alcohólica para hacerse rico y comprarse una jeepeta. Esa esa la meta.

Va al ayuntamiento, le da unos pesitos por abajo al funcionario de turno y ¡tananaaa! Tiene la autorización del ayuntamiento para poner en funcionamiento su local denominado "drink" sin cumplir con los más básicos requerimientos para locales de este tipo.

Para extenderse un poco más del límite del horario para el expendio de bebidas alcóholicas busca una autorización de los bomberos, donde estos certifican que el establecimiento cumple con las normas de seguridad. Tiene sus extintores, salidas de emergencias, etc., pero en realidad es toda una farsa. Cuando se arme el incendio y mueran varias personas, nadie será culpa. Con todo el respeto que se merecen los honorables bomberos.

Y por si fuera poco, cuando ya se ha extralimitado del horario extendido, el tipo del drink tiene el número de celular de un alto rango militar que le baja las rayas a los cantinflas (policías) que van a poner supuestamente orden.

Locales NO insonorizados, decibelios por las nubes que hace retumbar las casas del entorno. El usufructo del espacio público para actividades lucrativas e ilícita, como es la venta y consumo de bebidas alcohólicasl en los parques  es lo cotidiano. Menores enamoradas, motores por los aires, invasión de las aceras y calles, etc.

La mayoría de esos locales cierran el negocio posterior a la hora de cierre establecido por Interior y Policía. En ocasiones cierran por un pleito de botellas, tiros y piedras. Pero antes de rematar el día, cuerpos maltratados de personas que viven a los alrededores se retuercen en sus camas por tener que escuchar la música más denigrante que se pueda soportar, incitadora de violencia, promocionadora de la lujuria, hedonismo y el cuidado de la apariencia del macho varón.

Cansados, impotentes, nerviosos, agresivos, algunos vecinos llaman a la policía... La chica que te contesta el teléfono en la Central de la Policía, pone en evidencia su falta de educación y poco interés en auxiliar al pobre ciudadano que se siente indefenso y maltratado. Con tono parcializado hacia los antisociales, te dice que los Drink pueden poner música hasta las 2:00 am (viernes y sábado).

 ¿y quién podrá defendernos?

Esta chica no tiene ni la más mínima idea del asunto. ¡Absurdo desproporcionado! porque ella sabe menos que tu de las características del orden social que debe reinar, además, asocia el expendio de bebidas alcohólicas a la emisión de ruidos.

Luego les contaré el papelón de la policía, el rol de las fiscalías barriales, la unidad de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA), la Policía Anti-ruido, y sobre todo, la incompetente Procuraduría de Medio Ambiente, con sus fiscales adjuntos que le tienen miedo a todo el mundo, entre ellos: generales.

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