17 de abril de 2011

Algunos consejos para combatir el ruido


El calor de mi país, el ritmo, la alegría de las personas, junto con los malos hábitos, el desorden,los antivalores, bajos niveles educativos, el hacer lo que me da la bendita gana porque aquí los que primeros que incumplen las leyes son los policías y C por A y, las desgracias que a diario vive un pueblo en vías de desarrollo, se conjugan para crear espacios susceptible de violaciones de los Derechos Fundamentales, trayendo como consecuencia hechos lamentables de violencia.

Si bien, la tendencia del dominicano ante aquello que le molesta es tragarse la incomodidad (salvo algunas excepciones como los malos olores) hasta que explota de mala manera, hay otros que quieren intervenir en el preciso momento que un hecho incomoda y así evitar una escalada de la violencia.

Para aquellos que están decididos actuar inmediatamente, comparto algunas estrategias de gestión de conflictos sobretodo para el tema del RUIDO. Estas nos podrán ser útiles en el trabajo, en nuestra casa con los vecinos, en la Iglesia, etc.

En primer lugar, tienes que estar totalmente convencido que lo que deseas es lo correcto porque se apega a la ética y las Leyes. No hay cuento que valga si no está en el tenor de lo social y profesionalmente correcto.

Hablar, dialogar es la mejor estrategia para solucionar los conflictos, no dejes que el descontrol, la locura controle tu cuerpo. Deja por lo menos un espacio pequeñito a la cordura, a la razón, a la inteligencia, a la mejor alternativa.

-No quieres hacer daño a las personas, tu problema es el ruido-

Utiliza mensajes que comiencen por "yo" nunca "tú". Ejemplo: Yo necesito trabajar y el ruido no me lo permite, Yo necesito leer y no me concentro con la música. De esa forma la otra persona no se sentirá muy atacada.

Mantente firme en tu petición, no incurras en ofensas personales, acuérdate que tu problema no es la persona sino el hecho.

Si te has estado tragando el malestar por un buen tiempo esperando que la otra persona tenga piedad y baje la música, estarás bien molesto, así que estate atento a los errores y/o provocaciones que puedas causar a las personas a las cuales te diriges. Rectifica cuando provoques o insultes inmediatamente te des cuenta o la otra persona te lo haga saber sin que por ello implique que tu solicitud ya no es legítima. -Aún tienes la razón-.

La otra persona posiblemente se sentirá ofendida, agredida y te devolverá. Si notas un incremento de la violencia sobretodo si la otra persona está borracha; no te alejes como si la otra persona fuera a agredirte, ni te acerque como si fuera tu pareja, no hagas movimientos bruscos, no le mires ni con temor ni con rabia, trata de poner el volumen adecuado a la discusión hablando en paz, mírale con la intención de comprender lo que dice (comprender y dar la razón no es lo mismo), no te justifiques ni entren en amenazas, a ti lo que te molesta es el ruido, no entres en discusiones de leyes y teorías.

Si te fijas, la tarea tiene más de un 50% cumplida, la otra parte sabe que con sus hechos está provocando un malestar en ti y pronto comprenderá que lo que pides es lo más lógico aunque nunca lo admita.

Escúchale pacientemente y verás que la rabia irá bajando como el final de una montaña rusa y la otra persona experimentará buenos sentimientos o por lo menos verá con más claridad.

Haz un cierre del encuentro.

Vuelve a tu lugar de trabajo/lectura/oración y confía que las cosas saldrán bien.

Si después escuchas que se refieren a ti de forma ofensiva, no lo dudes, acércate con firmeza y exige respeto. Dile que no quieres problemas, que lo que quieres es trabajar /leer/concentrarte/orar/etc.

No cedas, ni permitas que te pisoteen. Céntrate en tu trabajo y da testimonio de cómo se tienen que hacer las cosas.

Al otro día, saluda a todos, acuérdate que tu problema no es la persona, sino el ruido.



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