17 de marzo de 2011

El panorama educativo

Recientemente hubo un debate muy fuerte respecto a la baja inversión educativa en la República Dominicana. Organizaciones civiles se movilizaron con el noble propósito de exigir al Poder Ejecutivo que aumente a un 4% del PIB como lo establece la Ley General de Educación 67-97 para la mejora de la calidad.

Pero lo cierto es que la calidad de la educación no sólo depende del aumento de la inversión en educación. De hecho, países como Inglaterra, Francia, Estados Unidos que han aumentado las partidas para educación, han tenido regresión en los índices de calidad educativa. La calidad de la educación depende del prestigio de ser docente, depende de la preparación que ha tenido, depende del compromiso de nación, depende de sus valores, depende del deseo constante de superación, aunque también depende del sueldo pero para atraer a los buenos profesionales, no tanto para corregir a los malos profesores.

Según la Orden Departamental 09’2009 del MINERD, los estudiantes de Inicial y Básica tienen que estudiar 1,000 horas al año.

1,000 horas = 200 días
1 día = 5 horas
Pero en realidad, los estudiantes reciben 2,5 horas de clases por día.
O sea, los estudiantes de Inicial y Básica pierden 500 horas de clases al año.
Eso equivale a 4500 horas perdidas en 9 años de escolaridad.
Al final tenemos 4,5 años tirados a la basura.

Pero eso no se queda ahí. La diferencia entre los estudiantes de un profesor malo y un profesor bueno es de 3 a 4 años académicos en favor del profesor bueno.

¿Qué resultados obtendríamos si comparamos a dos estudiantes (del sector público) de 14 años de edad, uno del Japón y otro de República Dominicana?


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