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10 de julio de 2011

¿La mediación tiene límites?

Mientras estudiaba mediación de conflictos en la Universidad Complutense de Madrid e intentábamos definir los límites de la mediación, nunca llegamos a un consenso. Por ejemplo, algunos mediadores están de acuerdo en realizar mediaciones en casos donde ha existido violencia de género, otros mediadores estaban totalmente en contra, inclusive, legislaciones lo prohíben.

Otro caso muy común es la participación de los hijos en casos de divorcio, mientras algunos mediadores ven con buenos ojos la participación activa de los hijos, otros se oponen rotundamente.

En fin, podría hablar de más casos, pero lo importante es saber que en este asunto no hay una única respuesta, sino múltiples respuestas correctas, siempre y cuando el fin último de la mediación se vea cumplido.

Por eso es importante construir un estilo propio de mediación, sin tergiversar los principios por los cuales surgió y, siempre enfocado en el beneficio de ambas partes (ganar-ganar). Adaptar los principios de la mediación a tu personalidad, tu historia, tus reacciones y tu entorno.

Ser mediador no te lo da un certificado, para serlo tienes que ser capaz de vivirlo, sentirlo, estar en una fase de profunda y continua de reflexión, conocerte a ti mismo, ser creativo y mantener la situación bajo control. Saber lo que haces, estar consciente dónde estás pisando.


17 de abril de 2011

Algunos consejos para combatir el ruido


El calor de mi país, el ritmo, la alegría de las personas, junto con los malos hábitos, el desorden,los antivalores, bajos niveles educativos, el hacer lo que me da la bendita gana porque aquí los que primeros que incumplen las leyes son los policías y C por A y, las desgracias que a diario vive un pueblo en vías de desarrollo, se conjugan para crear espacios susceptible de violaciones de los Derechos Fundamentales, trayendo como consecuencia hechos lamentables de violencia.

Si bien, la tendencia del dominicano ante aquello que le molesta es tragarse la incomodidad (salvo algunas excepciones como los malos olores) hasta que explota de mala manera, hay otros que quieren intervenir en el preciso momento que un hecho incomoda y así evitar una escalada de la violencia.

Para aquellos que están decididos actuar inmediatamente, comparto algunas estrategias de gestión de conflictos sobretodo para el tema del RUIDO. Estas nos podrán ser útiles en el trabajo, en nuestra casa con los vecinos, en la Iglesia, etc.

En primer lugar, tienes que estar totalmente convencido que lo que deseas es lo correcto porque se apega a la ética y las Leyes. No hay cuento que valga si no está en el tenor de lo social y profesionalmente correcto.

Hablar, dialogar es la mejor estrategia para solucionar los conflictos, no dejes que el descontrol, la locura controle tu cuerpo. Deja por lo menos un espacio pequeñito a la cordura, a la razón, a la inteligencia, a la mejor alternativa.

-No quieres hacer daño a las personas, tu problema es el ruido-

Utiliza mensajes que comiencen por "yo" nunca "tú". Ejemplo: Yo necesito trabajar y el ruido no me lo permite, Yo necesito leer y no me concentro con la música. De esa forma la otra persona no se sentirá muy atacada.

Mantente firme en tu petición, no incurras en ofensas personales, acuérdate que tu problema no es la persona sino el hecho.

Si te has estado tragando el malestar por un buen tiempo esperando que la otra persona tenga piedad y baje la música, estarás bien molesto, así que estate atento a los errores y/o provocaciones que puedas causar a las personas a las cuales te diriges. Rectifica cuando provoques o insultes inmediatamente te des cuenta o la otra persona te lo haga saber sin que por ello implique que tu solicitud ya no es legítima. -Aún tienes la razón-.

La otra persona posiblemente se sentirá ofendida, agredida y te devolverá. Si notas un incremento de la violencia sobretodo si la otra persona está borracha; no te alejes como si la otra persona fuera a agredirte, ni te acerque como si fuera tu pareja, no hagas movimientos bruscos, no le mires ni con temor ni con rabia, trata de poner el volumen adecuado a la discusión hablando en paz, mírale con la intención de comprender lo que dice (comprender y dar la razón no es lo mismo), no te justifiques ni entren en amenazas, a ti lo que te molesta es el ruido, no entres en discusiones de leyes y teorías.

Si te fijas, la tarea tiene más de un 50% cumplida, la otra parte sabe que con sus hechos está provocando un malestar en ti y pronto comprenderá que lo que pides es lo más lógico aunque nunca lo admita.

Escúchale pacientemente y verás que la rabia irá bajando como el final de una montaña rusa y la otra persona experimentará buenos sentimientos o por lo menos verá con más claridad.

Haz un cierre del encuentro.

Vuelve a tu lugar de trabajo/lectura/oración y confía que las cosas saldrán bien.

Si después escuchas que se refieren a ti de forma ofensiva, no lo dudes, acércate con firmeza y exige respeto. Dile que no quieres problemas, que lo que quieres es trabajar /leer/concentrarte/orar/etc.

No cedas, ni permitas que te pisoteen. Céntrate en tu trabajo y da testimonio de cómo se tienen que hacer las cosas.

Al otro día, saluda a todos, acuérdate que tu problema no es la persona, sino el ruido.



9 de enero de 2010

Escalada del conflicto


Ustedes, por sus propios ojos se darán cuenta de la importancia que tiene intervenir cuanto antes en nuestros conflictos con los demás.

Historia:

Pedro es mi compañero de piso, vive conmigo. Constantemente deja la cocina muy sucia y a mí me gusta que esté siempre limpia, creo que lo hace para molestarme.

Comenzamos con el "conflicto latente".

Elaboro una estrategia para desahogarme y me lleno de valor para decírselo. Mis intenciones son nobles, pero al finalizar el encuentro no entiendo por qué Pedro se ha molestado tanto, de hecho, creo que esto va para largo.

A esta etapa le llamamos "conflicto manifiesto".

Ahora, no nos podemos ver. Pedro me dice que yo quiero jugar con él y provocarle, cuando es todo lo contrario, él me quiere provocar.

A esta etapa le llamamos "lucha de poder".

No puedo mas, ¿Qué se cree ese tipo? Le he soportado demasiado. La próxima vez le voy a demostrar hasta donde puedo llegar...

Elabora el final...




26 de agosto de 2009

¿Todo es mediación?


Finalizando el año escolar 2008-2009, he querido ponerme manos a la obra poniendo en práctica mis conocimientos de mediación de conflictos. Para ello me he incorporado al trabajo que vienen realizando un grupo de jóvenes mediadores en un barrio de la Comunidad de Madrid. Antes de ponernos a hacer mediaciones, reflexionamos sobre el concepto de mediación para unificar criterios sobre las intervenciones que queremos realizar. Los días pasan y no logramos llegar a un acuerdo que satisfaga por lo menos a mí sobre lo que sería realmente la mediación comunitaria, unos hablan de salir al encuentro de los vecinos que tienen conflictos, otros como yo más partidarios a que la iniciativa parta de ellos, unos hablan sobre dar informaciones adicional y otros como yo lo pone en tela de juicio.

Múltiples factores inciden en diversas interpretaciones de la tarea del mediador, inclusive dentro de las comunidades de mediadores de conflictos hay discusiones constantes sobre los límites y funciones, estilos de mediación. El carácter flexible y la misma humanidad de la mediación permite cierta apertura de la misión de la mediación, y podrás encontrarte con mediadores que prescinden de ciertas características de la mediación de conflictos, ya sea la voluntariedad, el no dar consejos, no dar opiniones, la confidencialidad, el no dar sugerencias, etc. actuando conforme a la satisfacción de los intereses y necesidades de las personas que tienen en frente.

A pesar de esta continua discusión y constantes reformulaciones de la Mediación de Conflictos, hay un aspecto que en el que todos estamos de acuerdo; la mediación de conflicto tiene que tener identidad propia y sería conveniente no abarcar tanto que luego no pueda apretar lo necesario.

Los límites son buenos y más sabio es aquel que conoce sus límites y decide derivar a un especilialista formando para esos casos donde el mediador no juega ningún papel.

Es importante también, hacer distinción entre terapia y mediación. La mediación se creó para llegar a acuerdos satisfactorios que por añadidura implicaría una mejora en la relación, sin embargo, no está encaminadad exclusivamente a mejorar la convivencia entre las personas, de eso se encarga el terapeuta familiar, por ejemplo.

La mediación de conflictos no es mediación social. La mediación social está para ofrecer información y asesoramiento sobre los recursos sociales ante la demanda de los ciudadanos.

Tener las ideas claras sobre la función a desempeñar, nos asegurará un resultado favorable y con esto no quiero decir que yo tenga la única verdad, solo pretendo incentivar en ti la necesidad de saber hasta donde debes llegar y hasta dónde no debes llegar. Si lo tienes más claro que el agua, adelante.

20 de julio de 2009

¿Qué es la Mediación de Conflictos?

Existen muchas definiciones sobre la "mediación" al igual que la terminología "conflicto".

En mis cortos pero fructíferos años de vida he aprendido la conveniencia de afianzar nuestra personalidad, tener un estilo propio, ser original, innovador, creativo desde cualquier área en la que te desenvuelvas, dejar huellas, sobre todo en el área de humanidades (excluimos las ciencias exactas).

Así como también el arte nos enseña que lo más hermoso es tener tu estilo propio, por ejemplo a la hora de cantar lo que seduce al público es tu sello exclusivo, para la mediación es importante conocerte a ti mismo, saber tus límites y potencialidades, conocer tus herramientas y crear un modelo propio de intervención mediadora.

En mis palabras, la "mediación" es un método para resolver conflictos entre dos partes enfrentadas donde necesidades no satisfechas en vinculación con la otra parte salen a relieve en forma de un lenguaje verbal y no verbal que dificulta el entendimiento entre las partes, requiriendo así la intervención de una tercera persona imparcial que en este caso llamamos "mediador" y cuya finalidad es la de lograr que haya un diálogo constructivo y las partes puedan llegar a un acuerdo donde ambos puedan salir ganadores.


27 de junio de 2009

No ceder ante la presión


Días atrás estaba inmerso en una discusión con mi compañero de piso peruano, que por cuestión sólo de forma ya que en el fondo estábamos totalmente de acuerdo, convirtió dicho encuentro en un espacio de mucha tensión donde los decibelios estaban en su punto máximo.

Es curioso que yo siendo mediador de conflictos, los conflictos y las emociones obnubilen mi capacidad de razonamiento y deje atrás todas las horas de estudios sobre la resolución de conflictos.

"En casa de herrero cuchillo de palo". Cuando estamos involucrados emocionalmente la tarea se convierte en una gran lucha interna entre lo que siento y lo que pienso.

La resolución de conflictos implica un estilo correcto de comunicación, y el problema radica en que normalmente no nos comunicamos correctamente con los demás. Al tratar de profundizar en los intereses reales de las personas (como dice el libro) y promover un estilo correcto de comunicación, normalmente las personas tratan de no ser influidas y si no estás convencido de lo que quieres obtener, la otra persona te llevará a su terreno, que no es desconocido para ti porque siempre te has comunicado de la misma forma.

Mi consejo ante esta situación es no sentirse defraudado y no ceder ante la presión o amenazas, ni siquiera para mejorar una relación, no ceder cuando no existe ninguna justificación lógica, acuérdate que es una relación ganador/ganador.

"Evite juzgar o combatir sus motivaciones. En lugar de ello, explique sus percepciones y sentimientos y pregúnteles sobre los suyos. Niéguese a ceder a tácticas de presión. Formule su discurso mirando hacia delante y no hacia atrás, y opere en la presunción de que, la otra parte puede no tener la intención de ocasionar todas las consecuencias que usted experimenta" (Extraído de: Obtenga el Sí).

5 de mayo de 2009

Emociones y conflictos I

Años y años dedicados a conseguir "esos" conocimientos que nos hagan sentir autorrealizados, que nos permitan llegar al lugar donde vivamos felices y seguros de que esa felicidad no se irá. Es como el alquimista en busca de la "piedra filosofal". Imagínate que eres alquimista y buscas esa piedra filosofal, con tu método de investigación, con tus conclusiones, tus procedimientos, métodos que sólo son eficaces contigo y con nadie más, pero que en ocasiones todo se va al traste por una mala decisión motivada por una fuerte emoción.

Las personas encierran en su ser un modo muy peculiar de ver lo que le rodea (cosmovisión), sentir y llegar a conclusiones. La sociedad, nuestra familia y nuestras exclusivas vivencias moldean todo aquello que da como producto un ser muy complejo que algunas veces actúa consciente y otras veces inconscientemente, que actúa con la razón y en otras veces  con los sentimientos/emociones.

La mediación como técnica de resolución de conflictos, parte de cosas comunes para llegar a acuerdos entre grupos o personas inmersas en un conflicto, y una cosa muy común entre todas las personas, es la necesidad de sentirse escuchados y legitimados (respetados). El mediador parte de cero, "no sé nada y quiero que me lo cuentes todo", así la persona se va sumergiendo hasta llegar a la raíz del conflicto permeado por un fuerte componente emocional.

"La verdad" o la razón en realidad no es lo importante aunque por todos los medios busquemos argumentos para defender esa verdad inicial (postura), la verdad objetiva pasa a otro plano y la búsqueda de certidumbre emocional es lo que subyace en el fondo de la cuestión.

En todos los conflictos las emociones juegan un papel muy importante, ellas:

- Pueden originar un conflicto.
- Pueden conducir a un acuerdo o no.
- O, pueden intensificarlos.

-Dar por hecho lo que el otro siente y quiere es un escollo en la comunicación-

-Somos distintos, pero somos semejantes porque todos pensamos y sentimos de manera diferente-

- Necesitamos aprender cómo identificar y nombrar las emociones que experimentamos-



21 de febrero de 2009

Cómo abordamos los conflictos

La resolución de los conflictos depende mucho de los estilos que asumimos a la hora de abordar el conflicto. El abordarlo incorrectamente hace que convirtamos los conflictos en un círculo que constantemente se repite. Esas actitudes tienen origen en distintas fuentes:

- Los mensajes que hemos recibido en la infancia sobre los conflictos.

- Los modelos de conducta de padre, profesores y amigos.

- Las actitudes y conductas vistas en medios de comunicación (tv, películas, etc.).

- Nuestras propias experiencias con los conflictos.


Los distintos estilos a la hora de abordar los conflictos son los siguientes:

  • Evitación: Buscamos tomar distancia del conflicto, aminorar su impacto en nuestra vida, minimizar su importancia y eliminarlo de nuestro pensamiento.
  • Negación: Es una forma muy común que utiliza la gente para evitar el conflicto, cuando negamos que estamos enfadados o heridos, en lugar de expresarlo, escogemos tragarnos estas reacciones y sentimientos. Aunque podemos aparentar que el conflicto no nos afecta, la negación a menudo nos crea sentimientos de mayor enfado, frustración, dolor y resentimiento.
  • Acomodación: Los que se acomodan son aquellos que siente que estar de acuerdo es más fácil que no estarlo. Cuando experimentamos un conflicto, a la hora de actuar, estos sujetos rápidamente se ponen en marcha para simular que la situación no es tan importante o difícil.
  • Competición: En esta situación lo importante son mis objetivos, mis intereses; da igual que para conseguirlos tenga que pasar por encima del otro. Una persona que confronta el conflicto tiende a verlo como un asunto de "perdida-ganancia". Creyendo que una persona está en lo cierto y la otra está equivocada, los sujetos enfrentados se hallan determinados a ganar probando que tienen la razón.
  • Uso de poder: Las amenazas basadas en la autoridad o en el poder son muy comunes en las relaciones entre hermanos mayores y pequeños, padres e hijos, profesores y estudiantes.
  • Colaboración: En lugar de asumir al principio que tendrá que ser perdido, el colaborador intenta estudiar con la otra persona, cómo las necesidades de ambos pueden ser satisfechas. En asumido que a menudo es posible encontrar una solución ganar/ganar en la que ninguna parte pierda.
Cuando discutimos o negociamos, cada parte pude ver únicamente las circunstancias de su caso y, también únicamente las faltas de la otra persona. No es suficiente con saber que los demás ven las cosas de forma distinta. Si queremos influir en los demás necesitamos reconocer empáticamente el poder de su punto de vista y sentir la fuerza emocional con que la otra persona cree.

Cada uno de nosotros tiene preferencia por un estilo determinado a la hora de vivir un conflicto, sin embargo, el ser humano se caracteriza por tener distintas personalidades que varían de acuerdo al ambiente en el cual se encuentre, o sea, el ser humano no es un estilo puro

Ejemplo: No somos los mismos cuando estamos con nuestros padres, amigos, novia/o, hijos, jefes, dando una charla, etc.

Espero que le haya servido de ayuda!


14 de febrero de 2009

El conflicto

Cuando Juan y María contrajeron matrimonio, nunca llegaron a pensar que en los primeros meses conviviendo juntos iban a discutir tanto, ellos pensaban que bastaba con estar locamente enamorados uno del otro para que la convivencia entre ellos fuera un paraiso lleno de paz.

Evidentemente esta pareja, así como muchos de nosotros nos equivocamos al hacer este tipo de afirmación. No podemos escapar del conflicto, la vida sin conflicto es una utopía, el conflicto convive con nosotros, está en nuestro pasado, presente y futuro.

Desde pequeños crecemos con la mentalidad no constructiva hacia todo aquello que produce cierto malestar y por eso cuando presenciamos un conflicto o formamos parte de él,  escapamos o asumimos una actitud que no favorece el crecimiento personal.

Los estudiosos del tema, no han llegado a dar con una difinición consensuada acerca del concepto "conflicto", lo que si he podido observar elementos comunes entre sus argumentos:
  • Posiciones, intereses, necesidades, deseos, valores son incompatibles, o son percibidos como incompatibles.
  • Las emociones y sentimientos juegan un papel muy importante.
  • La relación puede salir deteriorada o robustecida.
Entonces podemos decir, que el conflicto trae consigo una oportunidad única de mejorar nuestras relaciones y nuestra manera de ver la vida.

Los carácteres chinos que forman la palabra "crisis" simbolizan "peligro" y las otras "oportunidad".


9 de septiembre de 2008

Mediación

Hoy inicia mi gran aventura por este complejo pero simple y trascendente mundo de la información, contribuyendo al conocimiento y enriquecimiento de la mediación de conflictos tanto familiar como escolar.

Cada ser humano independientemente de donde provenga, y es que me refiero a la individualidad del ser humano, procesa y brinda la información de manera distinta, ahí tenemos una gran ventaja a nuestro favor humanidad. En el mundo del conocimiento no existe tema concluido, así que ¡aprovecha y comparte!.

Cuando estudié el Experto en Mediación: ámbitos de actuación y técnicas para la resolución de conflictos en la Universidad Complutense de Madrid, éramos 54 alumnos/as. Les aseguro que al salir de aquella aula con nuestro certificado de graduación, ninguno y todos teníamos las mismas conclusiones y forma de expresar aquello que aprendimos, aquello que es tan hermoso y humano: La Mediación.

En mi mente existe una gran anhelo, ese anhelo está relacionado con el progreso de mi país, pero no un progreso especulativo o acumulativo de bienes, sino un progreso de corazón (cosa que aventajamos a muchísimos países), un progreso que vaya de la mano con una cultura de paz.

Dedico este blog a mi país, República Dominicana.

Espero estar pronto en tu regazo, pero antes tengo que llenarme de paciencia y fortaleza lejos de ti, niña rebelde.