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18 de octubre de 2010

RD en crisis


Domingo 17 de octubre, Villa Consuelo. Son las 2:30 am, la policía está invitando a las personas a que retiren a sus casas, ya no queda mucha gente en el parque y los negocios de los alrededores ya han cerrado. Sentando frente a mi ordenador, escucho el sonido de una botella romperse en la distancia, me paro en la ventana y observo una cantidad considerable de policía, pensé: no pasará nada, la policía controlará cualquier situación que esté fuera de control. Los segundos posteriores para mi sorpresa, fue una lluvia de botellas y piedras provenientes de lugares invisibles (quizás por el ángulo de mi ventana), dirigida a los policías que observaban sorprendidos y en alerta aquel acto antisocial y de magnitudes criminales. En seguida, un policía saca su pistola y dispara al aire, acto seguido comienza una balacera. Mi madre me dice que me aleje de la ventana, camino nervioso por toda la casa tratando de buscar una explicación en mi cabeza de lo que está ocurriendo, busco una justificación. No encuentro ninguna respuesta a mis preguntas internas sintiéndome decepcionado conmigo mismo y con la sociedad que me vio crecer. Nunca en mi vida había escuchado tantos disparos, nunca en mi vida había visto un acto tan fuera de la lógica, lleno de violencia e irresponsabilidad, a sabiendas que la policía tiene permiso para aplicar la pena de muerte cuando les dé la gana.

El sonido de los disparos, del descontrol, de la violencia, del desequilibrio, de la anarquía, toco mi puerta, me silenció por unos momentos, me abrió los ojos y me alertó de que esto no es un juego, que esto es muy peligroso, que hay muchas personas (entre policías y delincuentes) desequilibradas, quizás buscando una razón para hacer sus vidas más interesante, quizás buscan una razón para darle sentido a una vida que ha sido esclava de la miseria, discriminación, exclusión, maltrato, odio, carencias, quizás buscan una víctima para vengarse de la vida inmisericorde que les tocó vivir.

La sociedad dominicana está en una profunda crisis y los políticos se apresuran para dar regalos, premios, dádivas, mensajes elaborados por profesionales de la manipulación. Ellos quieren justificar sus incompetencias, sus malas actuaciones diciendo que han sido mejores que gobiernos anteriores, pero nosotros no queremos comparaciones, nosotros queremos soluciones, soluciones a tantas necesidades que por Derecho deben ser resultas.

Yo confío y me siento muy esperanzado en ver a una República Dominicana como el país que siempre debió de ser: un país justo, ordenado, sin corrupción galopante y, respetuoso de los Derechos Humanos.


8 de septiembre de 2010

¡Que nadie te calle!


En un artículo anterior, me había referido al impacto que tiene sobre nuestras actitudes los mensajes que recibimos desde pequeños.

Ahora quiero hablar de un meta mensaje que recibimos, no de las personas más cercanas, sino de aquellos que por la ostentación de un cargo determinado en el Estado, pueden influir sobre una gran cantidad de personas, sobre todo en los países donde la democracia y el desarrollo aún no está consolidada.

El meta mensaje es: "los que se manifiesta en contra del desempeño de altos funcionarios son personas anti-sociales que quieren causar daños y desorden".

Es bien sabido que a los corruptos, los explotadores, los tiranos, no les interesa que la población ignorante salga de esa condición, ya que la misma le permiten actuar impunemente en el usufructo de las riquezas y propiedades que son herencia del pueblo.

Estudios realizados en Malaga, (2000), revela que las personas que tienen un nivel socio-cultural bajo, no denuncian los males que les aqueja. Pareciera que un manto de silencio les arropara teniendo que soportar los más grandes atropellos, como si existieran distintos niveles de dignidad humana.

Para ser médico hay que estudiar, para ser profesor hay que estudiar, para ser arquitecto hay que estudiar, para ser ingeniero hay que estudiar... ¿y para ser político?.

El verdadero fiscalizador de la función pública es el mismo pueblo.

"Un gobierno es tan malo como su pueblo lo permite".

¡No más oportunidades! Exijamos el RESPETO de nuestros Derechos Fundamentales.

Exijamos a nuestros funcionarios el cumplimiento de sus deberes!

29 de agosto de 2010

Carta a un amigo



Hola amigo,

El problema es acuciante, te sorprenderías el desorden, libertinaje, el "ruido" que es provocado tanto por los negocios que impunemente funcionan perjudicando la salud de los vecinos, (en mi caso, Villa Consuelo) como por los carros con bocinas que martillan los oídos e inclusive, algunos vecinos con bocinas en las puertas de sus casa promoviendo un auténtico desorden, falta de respeto, desobediencia civil, desplazando los agentes del orden, lesionando gravemente los derechos ciudadanos.

Las consecuencias son increíblemente negativas. Estudios realizado en Málaga por Martimportugués, et al. (2003) sobre el ruido comunitario, indican que las personas que son expuestas a constantes ruidos y situaciones estresantes, se observa un incremento de la agresividad, déficit de atención, problemas auditivos, odio a los factores causantes de dicho estrés y un gran descontento e indiferencia por su entorno social.

Las personas de bajo rendimiento socio-cultural, no defiende sus derechos, no tienen poder, carecen de las herramientas personales e intelectuales para producir cambios en sus entornos, para exigir a las autoridades. No se atreven, el miedo y la ignorancia les atan.

Este último año estuve realizando un máster en la Universidad Autónoma de Madrid. Es increíble lo mal parada que queda República Dominicana en cuestión de calidad educativa. Si seguimos como vamos: unos pocos avanzarán y la inmensa mayoría seguirá siendo excluida, pobre y maltratada.

La actual situación de desorden, de impunidad, de injusticia social, fiesta las 24 horas del día, los ruidos, las familias disfuncionales, son factores que perpetúan la exclusión y la pobreza. En tal sentido, creo que hay dos caminos en los cuales se debe transitar:

1. Educar a los ciudadanos de los barrios populares, realizando campaña de educación sobre los derechos y deberes ciudadanos (tengo varias ideas interesantes).

2. Presionar a las autoridades por los medios de comunicación para que cumplan su trabajo con diligencia.

En estos días he estado visitando algunas casas de las familias afectadas, todos coinciden en que esto debe parar. El martes pasado llevé a la Procuraduría de Medio Ambiente una denuncia (con 25 firmas de los vecinos) a un local que está muy cerca de mi casa.

Tenemos que movernos YA!

Hazte oír dominicano, que tu voz vale!

Muévete!